miércoles, 17 de marzo de 2010

B Bien

Bien

Ícaro (que se ha vuelto mi personaje favorito) sigue viviendo en un mundo llamado Aranau (el valle de los muertos) que es un lugar semejante al planeta tierra, de hecho ambos son el mismo, la diferencia es que en Aranau solamente existe el día y no la noche, sus habitantes - los espíritus y almas que ahí abundan - están condenados a no poder dormir debido a la luz que hay en todo alrededor.


Aranau es un mundo donde los seres observan al hombre en sus actividades diarias pero no pueden tocarle, tampoco pueden hablar con él, ya que el ser humano no es capaz de escucharle, en cambio lo único que el ser humano percibe de Aranau es miedo o paz cuando muchos espíritus se juntan y hacen algunos artilugios y rituales para ayudarles a evolucionar

Aranau en definición es el mundo que sigue después de la muerte, pero ahí no existe el cielo o el infierno, todos los espíritus viven igual, lo único que sí hay con seguridad son dos escuelas, la izquierda y la derecha. En la escuela de la izquierda se encuentran todos esos seres que no quieren evolucionar a otras formas espirituales y se aferran a seguir en esta tierra que es un escalón más en la evolución. En cambio la derecha es donde van esas almas aplicadas para aprender más y a iluminarse para evolucionar y salir de ahí por una puerta que les lleva a otras dimensiones.

Ícaro se encontraba volando por todos lados, observando y curioseando cada actividad humana, viendo a cada uno hacer desde lo más sublime (como en el cuento anterior) hasta lo mas delesnable (asesinatos, violaciones, agresiones). Pero un día se encontró con otro personaje... vamos a llamarlo Budha ¡Ah, sí! Budha, un budha niño, bonachón y regordete que meditaba bajo la sombra de un sicomoro.



- ¡ Eh tú, gordito ! ¿cómo te llamas?
¬ Yo me llamo Budha y tú
- Mi nombre es Ícaro, tengo alas ¿Y tú por qué no?
¬ Lo que pasa es que soy un ser muy viejo en éste lugar y ya no necesité de mis alas para desplazarme por ahí, ahora todo lo observo desde aquí, además , ¿para qué desplazarme si todo es igual?, observa a los hombres y siempre hacen lo mismo.
- Yo creo que no, que no todo es igual, he visto a los artistas, he visto a los asesinos, he visto a las mujeres dar la luz a los niños y he estado también cuando los hijos entierran a sus madres, todos los días humanos hacen algo diferente, todos los días algo aprenden, lo único que no me explico es por qué los hombres se dedican solamente a hacer el bien o todo lo contrario solamente hacen el mal.
¬Puedo explicarte, si es tu deseo, pero después de que lo haga, estarás comprometido a compartirme algo muy valioso que tu hayas aprendido así como yo compartiré contigo lo que voy a mostrarte ¿aceptas?
- ¡Sí! a mí me gusta mucho aprender

¬ Al igual que tú, a mi también me gusta aprender y por ello visité a las dos escuelas en alguna ocasión. Dentro de ellas hay maestros y grandes salones de clase, donde los alumnos se sientan alrededor a observar y aprender de la cátedra de sus maestros. La primera escuela que visité fué la escuela blanca, la de la derecha, ahí todos son cordiales y sonríen, tienen esperanza y alegría que no pueden ocultar en sus rostros. El gran Maestro de ahí se llama Micael y enseña personalmente a sus alumnos la tolerancia, la fé, la compasión, la solidaridad y fraternidad para con los demás seres, pero en especial, para con todos los seres humanos que podemos observar caminando por aquí.
- Debe ser un gran tipo ese Micael
¬ Oh sí, es un gran tipo, es todo un Rockstar dentro de su escuela, todos lo admiran y se regocijan al escucharlo hablar, él siempre habla de su padre y de la forma que ha creado los universos y algunas veces también de su hermano a quien llama "Luz" el director de la otra escuela, la escuela roja, la de la izquierda.
- y ¿qué enseñan en la escuela roja?
¬ La escuela roja es muy diferente a la blanca, Luz es muy estricto y respetado, es implacable ante los errores, no soporta que alguien se equivoque, tiene un solo estadio para dar sus cátedras y todos se sientan en los alrededores para escucharlo. Su cátedra favorita es hablar sobre crear nuevos mundos, trabajar arduamente para lograr la perfección individual, cosa que solamente se logra con sacrificio y esfuerzo, por ello todos sus ayudantes se dedican a poner pruebas difíciles a los humanos, para demostrar a los suyos cuán fácil es perder la fé y se olviden de ayudar a los demás concentrándose en si mismos, en sus gustos, en sus placeres, en sus pensamientos, en su esencia.

-¿Pero eso es malo no? deberían hacer el bien.
¬ ¿Mal, Bien? yo creo que todo depende del cristal con que se mira y aquí te comparto mi más grande entendimiento:
Al escuchar las cátedras de los dos maestros, entendí que este mundo fué creado por el padre de ambos para que pusieran en práctica sus escuelas en el mundo, en él a los humanos todo les está permitido, es un terreno neutral, en donde la fé es probada una y otra vez, no existe el bien o el mal, solo existe ayudar a los demás que es lo que enseña la escuela blanca o ser egoísta y saciar su propios placeres lo que enseña la escuela roja.

- Entonces los hombres que se pierden en sus placeres, como lujuria, envidia, ira, gula, pereza, codicia y vanidad ¡vienen de la escuela roja!

¬ Eso yo no lo sé, solo te digo que he observado a los hombres y siempre son iguales, se dedican a saciar su placeres o se comparten a los demás, es todo lo que hacen en su mundo.

- Entonces es mi turno de compartirte algo que he acabo de entender...

El mundo humano fue creado por el padre de Micael y Luz para que sus discípulos pudieran experimentar, ¡por ello atraviesan la puerta!

¬ ¡Pero yo no he visto que regresen los que cruzan la puerta!

- ¡Claro que deben regresar! para ello debe ser la segunda puerta.

¬ Pero por esa puerta solo salen gigantes y por la otra entran seres pequeñitos.

- Es obvio que quienes entran al mundo, regresan con muchas experiencias y aprendizaje, por ello son gigantes al volver y cada ser que atraviesa la puerta para experimentar lleva entonces la intención de compartirse, o se ser egoísta y de ahí nace que en el mundo humano exista lo que llaman el bien y el mal, pero que en éste mundo espiritual no sea entendido de esa forma.

Desde entonces Ícaro se convirtió en el mejor amigo del pequeño Budha y ambos se dedicaron a recorrer Aranau teniendo grandes aventuras que iré narrándoles en los siguientes cuentos.

Elraiter.
GABP



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