miércoles, 30 de abril de 2008

El segundo round

En la entrada anterior se muestra el primer ejercicio de escritura hecho el 9 de julio de 2007.
Continuando con la narración anterior:

Ese primer ejercicio me gustó mucho y a mi esposa también, de hecho ella fué quien me alentó a ir más lejos escribiendo. Yo estaba renuente a hacer más ejercicios... como que no me veía escribiendo frente a la computadora por horas (Hasta que reflexioné un poco y me dí cuenta que eso ya lo hacía redactando miles de reportes de producción en la planta que trabajaba) entonces concluí que esto era mucho más divertido que capturar números de parte o cantidades de piezas producidas, porcentajes de eficiencia y muchos datos más.

Leí el segundo capítulo de el libro taller de lectura, ahora la tarea constaba de hacer una práctica de observación de un hecho particular y describir lo que se percibe con los cinco sentidos para hacer sentir a los lectores que estan ahí donde se ha ido.

Mucho ojo a las fechas, entre el primer ejercicio y el segundo casi pasó un mes.

Ejercicio 2 Práctica de observación y descripción 10 Julio 2007

La comida que nunca tuve con mi suegra y un par de mis cuñados.

Siendo el día martes 10 de junio de 2007 mi cuñado hizo una invitación por teléfono para ir a comer mariscos a la ciudad de Cuernavaca. Nosotros (mi esposa, mi hijo y yo) actualmente vivimos en la ciudad de Cuautla en una casa amplia, es propiedad de mi suegro, por lo que realmente donde yo vivo es en una recamara, la que antiguamente fue la recamara de soltera de mi ángel pero ahora por ser conveniente comparte conmigo.

La invitación llego a través del celular de mi cuñada, con quien se comunicó en primera instancia, después como detalle ella alzo la voz haciendo abierta la invitación; pero a mi no me hacen guaje, la realidad es que éllos ya tenían un plan. Pero como mi ángel y yo buscamos hacer cosas nuevas decidí que los acompañaríamos. Muchos fueron los sorprendidos, entre ellos también yo ya que durante mucho tiempo decline todas sus invitaciones y hasta ahora casi a dos años de casado he aceptado salir a comer con mis cuñados.

Mi ángel se vistió de manera destacada, me gusta verla en esos pantalones cortos tipo pescador por arriba de las rodillas, ajustados, que se vea lo que se porta. Le hacen ver una figura erótica, esos glúteos curvilíneos que inician un poco debajo de la cadera. Comienza la curva de manera discreta y se va pronunciando al tiempo que baja la mirada, llegan al cenit y posteriormente regresan hacia dentro del cuerpo, pareciera que con un poco mas de prisa que cuando comienzan, dando forma a esas posaderas privilegiadas, la curva se une a la pierna en esa pequeña perpendicularidad escasa dentro de los tantos pliegues del cuerpo humano, dando inicio a las cortas y menudas piernas que son un deleite al ver pasar.
Completó sus pantalones con una playera blanca abierta de botones con un ligero acampanado que disimula la cintura y termina en la cadera, a esa playera no se si destacarla o hundirla en el olvido ya que no me permite ver la cintura estrecha de mi ángel y evita observar la fluidez de esas curvas tipo guitarra que van desde la axila a la rodilla. Yo las conozco bien, las he memorizado y recorrido tantas veces cuando la veo desnuda en mi lecho... nunca esta de más volverlas a mirar pero con tanto fisgón hijo de la chingada creo que es mejor mantenerlas guardadas discretamente al andar caminando por la calle.
Los zapatos negros de tacón corto para que le de ese toque chic y a la moda de estos tiempos en los que las mujeres se procuran guapas y elegantes al salir, más cuando la madurez les ha alcanzado, procuran sacar mayor partido de su belleza y de la experiencia, esa mancuerna que nos ciega a los hombres y hace que la mente viaje para que el cuerpo responda con esos impulsos eróticos reprimidos debajo del pantalón.

El viaje fue lento... aunque el auto es un compacto de marca japonesa, muy silencioso y agradable de conducir, no es muy veloz, pero es lo suficiente para ir y venir desahogadamente. Los asientos son ergonómicos y bajo este término moderno se entiende una asentadera profunda ajustable, el descanso de la espalda baja con un bulto poco arriba de las nalgas hacia dentro del cuerpo para que la columna no pierda su forma, tiene las famosas riñoneras: un par de topes malditos que evitan que la panza lateral se desparrame a sus anchas por el respaldo del asiento y en la parte superior del tórax hay una inclinación hacia atrás que regresa a la altura del cuello para que la espalda termine de distenderse de manera natural. Por último la recargadera de la cabeza, que rara vez se usa cuando el asiento esta en posición vertical.
Los asientos son de tela lisa y dura para evitar que el cuerpo se relaje y comience a sentir pereza o sueño en los viajes de muchas horas, tiene un color grizul que agrada a la vista y que es fácil de lavar. Los asientos tienen un amplio riel que facilita hacerlos hacia atrás y extender las piernas, cosa que se aprecia más cuando se viaja en el asiento del copiloto ya que se convierte en un privilegio el viaje si se es asistido de alguien más al volante.
El tablero es también de color grizul mucho más oscuro casi llegando al negro, este auto tiene una ligera protección contra los rayos ultravioleta en forma de película adherida a los cristales y que opaca la entrada de luz al habitáculo, es casi imperceptible pero se nota como un ligero tono de gris al echar la vista hacia fuera y que evita el aguijón doloroso del sol cuando te tuesta el antebrazo después de un rato de estar circulando por las calles o en la carretera.
El aire acondicionado hace una delicia lo que se respira por dentro del carro, ese olor a vaporcito de hielo que brota de las rendijas hacia el rostro, que si es en exceso te enfría hasta las orejas y que hace tu cara acartonarse en menos de 5 minutos.

He pasado por este camino mas de cien veces, el tramo de carretera que va de Cuautla a Cuernavaca por la carretera federal, nunca antes había prestado atención a los detalles que suceden al pasar: los rostros de la gente, caras duras, tostadas por el clima con un halo de tristeza por todos los sueños que no llegan a pesar del trabajo duro y el esfuerzo diario.
¿Cuantos de ellos no han soñado pasar a bordo de uno de esos autos nuevos que circulan frente a sus ojos de manera indiferente? haciendo gala del lujo y los gustos de la gente acomodada, esa frialdad que hace a las mujeres y hombres cubrir sus ojos con lentes oscuros para disimular o tal vez para evitar clavar la mirada en los ojos de los de afuera que piden ayuda para resolver su situación el día de hoy.

¿Cuantos de los que caminan quisieran pasar a bordo de uno de esos autos nuevos? quemando gasolina de un buen pisotón al acelerador, olvidarse por un momento de sus deudas, de las necesidades, de lo que hay que hacer mañana para poder sacar para el gasto de la casa.

Caminan pensando en lo poco que consiguieron el día de hoy, en los niños mocosos que los esperan con ansias al llegar para pedirles un mendrugo de pan o unos centavos para ir corriendo a la tienda a comprar un chicle que solo servirá para que les crezca la panza y los hará olvidar el hambre por un ratito. Niños que quisieran ser esos juniors que pasan despreocupados en la parte posterior de los autos sin pensar en el mañana, con ropa fina y esa altivez que da el tener a papá o mamá para cubrir los gastos de todo lo que puedan imaginar.

Todos quieren cambiar su situación, los de afuera de los autos piensan que tener esos rápidos bólidos harán su vida feliz, aunque el que va dentro esta pensando en llegar pronto a su destino, deseando no encontrar tráfico para descansar, tener la bendición de algunos minutos interminables de no hacer nada, los mismos minutos que los de afuera del auto ven como tortura por lo lento que son cuando alguien se cansa de esperar.

Manejan pensando en lo que les espera al llegar a casa, vienen pensando en las deudas que se tienen con los bancos, en los niños desesperados que los esperan con impaciencia en su casa, que no piden... exigen el nuevo aparato que acaba de inventar el tío Sam y videojuegos en vez de chicles que les sacarán callos en las puntas de los dedos, esos que los hacen olvidar que los padres no están en casa, que los distraerán para llenar esa hambre de un abraso que te haga sentir querido e importante para papá o mamá... entonces lo irónico será que quisieran ser de esos naquitos que van con sus papas al parque cargados de tortas a jugar pelota donde todos ríen y tienen la esperanza que el próximo fin de semana será igual.

Y este texto aquí concluye... quedó incompleto.

Como se habrán dado cuenta nunca llegué a la parte del restaurante ni a la comida, por ello el título es la comida que nunca tuve, aunque sí existió... pero no había nada que destacar, fué más interesante describir las calles entre Cuautla y Cocoyoc.

[Continuará]

Dun Dun Dundun Caminar ... Dun Dun Dundun a correr
Dun Dun Dundun Caminar ... Dun Dun por el camino.

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