Tienditas de conveniencia

Meses sin escribir y me pidieron un ensayo para una revista de corto tiraje... La verdad no lo pude evitar, los dedos cobraron vida al posicionarlos sobre el teclado.

Este es el ensayo:

Mini súper ¿Modelo de negocio o de fracaso?

Un día me preguntaron mi opinión sobre las tiendas de conveniencia que se reproducen en todas las ciudades de la república y para no confundirles, les puedo decir que son una moneda de dos caras.

Dice la leyenda urbana que un día los empleados de cierto grupo embotellador de refrescos tuvieron la idea de abrir depósitos de venta de refrescos fríos en el norte de México… así como los depósitos de cervezas. Este modelo de negocio tuvo éxito y fue creciendo cada vez más hasta que nacieron las pequeñas tienditas de conveniencia con papas, pan y refrescos. Al crecer tanto, por merito propio se convirtieron en el negocio alternativo del un gran consorcio que llamaremos “REMSA” en Monterey. El tiempo siguió su camino y las tienditas crecieron aún más pues eran colocadas en puntos estratégicos de flujo de personas, no así las tiendas normales que se abren en los patios de las casas donde les tocó vivir. Se asociaron con otras grandes firmas hasta ser lo que hoy son… Los mini súper, que venden de todo lo que una tiendita tradicional tenía pero con dos grandes ventajas:

Primero: Toda la mercancía que compran a otras firmas tiene un precio reducido a 30% el precio de venta por compras de gran volumen. Es decir un chicle que ellos venden a un peso solo les costó 30 centavos o menos gracias a los descuentos que obtienen por compra en gran volumen.

Segundo: por acuerdos comerciales, toda la mercancía que ellos manejan es a crédito de 45 a 60 días, igualmente por compras de gran volumen. Es decir, las marcas asociadas les dicen: “Aquí está la mercancía y en 60 días me la pagas”.

Se imagina Usted ¿que haría si tuviera un negocio como éste? Tienes el local, te dejo la mercancía, me la pagas en 60 días y con un precio de 30 centavos ¡para venderlo al triple! y para rematar las marcas participantes están obligadas a facilitar de manera gratuita promociones de dos por uno, propaganda, niñas lindas bailando en la puerta de entrada, productos que no se vendan en otras tiendas comunes. En fin… la tierra prometida para cualquier comerciante. Compras súper barato, vendes muy caro y además tienes 60 días para pagar la mercancía. ¡Todo un sueño!

Pero ésta es la parte bonita de la moneda, todo son ganancias para grupo “Remsa” ¿Y qué hace con las ganancias que genera? Bueno, eso es difícil de comprobar pero de lo que sí podemos estar seguros es que gran parte de ésas jugosas ganancias van a parar a manos de sus accionistas; familias de gente adinerada y afortunada en los negocios. Estas personas gracias a su buena estrella andan por las calles en autos de lujo, compran en tiendas exclusivas, visten y calzan de las mejores marcas y en resumen, viven mejor que los protagonistas ricos de una telenovela.

Ahora, se preguntarán: ¿cuál es la cara Fea?

Pues aquí vienen las consecuencias de las tiendas de conveniencia o mini-súper que tanto se han empeñado los políticos en defender argumentando que:

1. Generan fuentes de empleo.

2. Pagan impuestos

3. Benefician a la sociedad y a sus proveedores comercializando 24 horas al día.

Las tres están equivocadas y me explico en lo siguiente:

Uno. Se generan empleos

Sí pero no, la apertura de un mini súper genera en el IMSS un alta de empleo de 6 personas; dos empleados por turno, en tres turnos: mañana, tarde y noche. Bien, son seis puestos de trabajo.

Pero en cambio, cuando un “mini” abre en alguna esquina, significa que las tiendas “tradicionales” de 2 cuadras al rededor dejan de vender el 50%. Todo lo que no vende de cada tienda se va derechito al mini súper. Si había diez tienditas alrededor, sencillamente por ésta reducción de ventas la mitad van a quebrar ¿Y quiénes trabajan en éstas tienditas tradicionales? ¡Ah! pues ahí tenemos a la fuerza laboral que el gobierno ha desprotegido por sexenios, las personas que tienen 35 o más años y que no encuentran empleo en ninguna empresa, están ahí los abuelitos, los tíos, las señoras y todas las personas mayores que buscan mantenerse de una manera digna vendiendo de a poquitos para sacar dinero con que tragar ya que éstas personas de 35 a 50 no tienen pensiones ni fondos gubernamentales que les protejan o les ayuden a solventar sus necesidades básicas.

Por cada tiendita que quiebra se quedan sin empleo la persona dueña del negocio y tres o cuatro familiares más que le ayudaban, haciendo cuentas: cuatro personas por cinco tiendas quebradas son veinte personas que se van a la… calle gracias a los mini súper. Se ganan 6 puestos de trabajo para jóvenes de 18 a 25 años y se desaparecen 20 empleos de personas mayores de 35 años. Entonces cada apertura de un mini súper significa perder más de veinte empleos de personas mayores y que no solo tienen necesidad por sí mismos como los adolescentes, sino que son padres de familia que buscan alimentar a sus hijos y todos los que dependen económicamente de ellos. Dígame usted entonces cuanto se pierde… ¿cuántos hijos se quedan sin poder estudiar por que el padre no tiene empleo?, ¿cuantos adultos mayores se quedan sin comer por que ha quebrado su tiendita? y ahora, tienen que recurrir al hijo o la nuera para que les ayuden a mantenerse. Le puedo asegurar que son mucho más de los empleos perdidos que aparecen en ésta cuenta.

Entonces queridos y respetados políticos que me están leyendo, No se generan empleos… se pierden fuentes de trabajo que ustedes no pueden contabilizar en ninguna estadística o sistema por que son precisamente la parte de la sociedad a la que han olvidado y pretenden enamorar cada sexenio solicitándoles sus votos y su simpatía y Yo pregunto ¿Dónde están los empleos? ¿Dónde quedaron? ¿Qué sucedió con las promesas de campaña que hoy no han cumplido?

Dos. Los mini súper pagan impuestos.

Sí pero no, cada vez que éstas tiendas de conveniencia hacen una venta declaran el IVA en sus facturaciones y los políticos quedan muy contentos por que esto genera un numero enorme en dinero que se supone entregarán al gobierno. Han leído bien, he escrito “se supone”, por que para evitarlo, las grandes cadenas usan el famoso TELETON de cada fin de año y evitan el pago de impuestos haciendo donaciones a los pequeños que necesitan de éste tipo de terapias. Esa cantidad de dinero que se esperaban recaudar en forma de IVA se convierte en donaciones a sociedades anónimas que manejan ésos capitales. Ni para Dios ni para el diablo, ni se recaudan en impuestos para beneficiar al pueblo y tampoco se los quedan las empresas particulares, pero lo “bueno” es que hay muchas terapias para personas con discapacidad menores de 18 años.

No tengo nada contra las personas con discapacidad, mi cariño y respeto con ellos, en cambio vamos a profundizar aún más en las consecuencias de no recaudar los impuestos como se debiera… la falta de recaudación significa menor presupuesto para los hospitales generales y medicamentos, significa menores recursos para escuelas y por tanto menos cupo para estudiantes, significan menores recursos en educación, cultura y servicios a la población. ¿Qué resulta de éste caldo social que se está creando?

Una generación de Ni-nis con la que convivimos a diario, jóvenes sin esperanzas de encontrar una escuela para continuar preparándose, adolescentes que no entienden por qué sus padres se quejan de que no hay empleo, niños que viven en casa acompañados de los abuelos que se vieron obligados a vivir con sus hijos o a depender de ellos por que su tiendita de lo que se mantenían quebró gracias a un “mini” que les abrieron en la misma cuadra, tenemos entonces cientos de jóvenes deseando una oportunidad que no llegará y que con cierto derecho se desesperan por que buscan tener lo que a diario las televisoras y comerciales les ofrecen y no hay manera de que trabajando los consigan… entonces ¿que les queda?

Dicen que el ocio es la madre de todos los vicios y eso es cierto, solo les quedan los vicios o narco-traficar. Así de cruel o podemos decir REAL. Los muchachos que no trabajan, que están sin oportunidades de estudiar y mucho menos de trabajar, se cansan de estar encerrados y ociosos, por lo que recurren a los vicios que van desde el cigarro y el alcohol hasta las drogas más fuertes, los vicios no son solo físicos, llegan a ser sexuales o de violencia hacia otros jóvenes “modernamente llamado bulling”. También en su personalidad cambia y al ser agresivos buscan con quien identificarse… por ello se engrosan las filas de las bandas que obtienen dinero fácil transportando drogas, extorsionando comerciantes, secuestrando personas, prostituyendo jovencitas o robando autos con lujo de violencia. Solo les queda agredir a la sociedad que se ha olvidado de ellos convirtiéndose en delincuencia organizada como tanto nos achaca el gobierno que combate en sus comerciales.

Este es el precio que se paga al no recibir impuestos que proporcionen educación a los jóvenes para que ellos mismos generen empleos, iniciando empresas a través del auto-empleo, que a la larga pudiera convertirse en fábricas o manufacturas, aquí está el precio de la falta de inversión de el gobierno en educación universitaria que genere patentes e inventos que se puedan vender y así mantener ocupadas a las parvadas de jóvenes que tenemos ociosos en cada ciudad del país, que en el fondo creo o quisiera tener la esperanza de que son gente buena que busca una oportunidad de trabajo digno y lograr una familia feliz como la tradición mexicana les ha inculcado.

Tercero. Los “minis” benefician a la sociedad y a sus proveedores vendiendo 24 horas al día.

Sí pero no ¿Es necesario que explique más con lo que ya he expuesto en los puntos anteriores?

Lo que sí puedo asegurar es que la venta 24 horas al día deja cada vez menos espacio a las tienditas tradicionales para vender, así que poco a poco sus ventas se reducen más, con cada “mini” que se abre se pierden empleos y el círculo vicioso sigue y sigue hasta que todos los propietarios y empleados de una tiendita se quedaran en la calle.

Ahora imaginemos que cuando el hambre y la necesidad lleve a decenas de personas a sentarse en una banqueta sin trabajo… solo hará falta una chispa para provocar el incendio.

- Oye ¿que te parece si secuestramos a alguno de los accionistas de grupo “Remsa” para sacar dinero de donde tragar? o por qué no recordar el caso Nelson Vargas, o tal vez revisar las razones que llevaron a delinquir a los culpables de todos los secuestros y extorsiones que se ven a diario en los periódicos y noticieros de televisión. LA FALTA DE EMPLEOS.

Solo es cuestión de tiempo para que abramos más tienditas de conveniencia o mini súpers como los políticos argumentan y así arrimemos más leña al fuego en ésta sociedad que se está devorando a si misma por las consecuencias de usar y sobre-explotar ésta moneda. Por que si recuerdan bien, abrí el ensayo diciendo que los “minis” son como una moneda. La cara bonita genera ganancias para los accionistas y la cara fea cierra fuentes de empleo a las personas mayores de 35 años, que son el sustento de muchos hogares, generando gente ociosa que tarde o temprano atacará a los accionistas por hambre o necesidad, condición que ellos mismos han generado al empujar el negocio de las tienditas de conveniencia a un nicho de mercado que era el último refugio para las personas desempleadas del país.

Dígame usted… ¿Qué cara de la moneda puede ver? ¿Las tiendas de conveniencia son un modelo de negocios exitoso o son un modelo de fracaso?

Y finalmente querido lector, si tiene oportunidad… compre en las tienditas tradicionales, ayude en lo posible a mantener gente trabajando ya que tarde o temprano usted también estará aquí, arriba de los 35 años y buscando la manera de sobrevivir de manera honrada y sabrá lo feo que se siente cuando abren un “mini” enfrente de su tiendita.